MONITORES
3 de Febrero de 2012
Desde Centro cultural Villoruela
Hace poquito más de una semana que te has ido pero te llevamos echando de menos (¡y mucho!) algo más de un año.
A los que hoy formamos el grupo de monitores y catequistas (seguro que a los que fueron parte de él también) alguna vez nos ha pasado que contando a alguien a qué nos dedicamos los sábados, los veranos, las vacaciones... ponen una cara rara y la pregunta siempre es la misma ¿y eso, lo haces sin recibir nada a cambio?
La sonrisa de los niños, el pueblo lleno de vida, formar parte de un grupo humano que, como solías decir, "es un lujo" y conocerte es lo mejor que podemos recibir a cambio. Todo esto de otra manera no tiene sentido. Has sido nuestro maestro y nuestro guía. Nuestros toques de atención avisando que había que preparar esto o lo otro; un pellizco en el moflete que te lo dejaba dolorido para todo el día; un achuchón tan fuerte que a ver quién era capaz de escapar; ¡una foto! ¡¿Otra Bernardo?! Y, por supuesto, nuestra fuerza y nuestro ánimo en los momentos difíciles recordándonos que "hay que seguir" y "que se puede, siempre se puede".
Somos lo que somos gracias a Luis y a ti. Siempre formarás parte de este lujazo de grupo y con esa fuerza y ese ánimo que nos transmitías seguiremos. "Hay que seguir" "Se puede, siempre se puede".
BERNARDO, SIEMPRE EN NUESTRO CORAZÓN